Pablo y Juanita son niños felices que viven el las montañas en el norte de México. Se matienen ocupados ayudando a sus padres a sembrar, limpiar, y cosechar los cultivos a pesar de las lluvias y el peligro de las serpientes de cascabel en el camino. También hacen tortillas y accarean agua. Sus padres les enseñan muchas historias espirituales en la vida diaria.